FLORIDA - Un nuevo vuelo con cubanos deportados salió hacia Cuba este jueves desde el Aeropuerto Internacional de Miami, bajo la custodia de oficiales del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de EEUU (ICE, por su sigla en inglés).
Sergio Pérez, uno de los cubanos deportado a la isla este jueves, cuenta de ese momento: “nos metieron para el avión, esposado, y por un pedacito de la ventana intentamos mirar hacia afuera, para ver a nuestros familiares. Todos llorando. No tengo palabras para expresarte cuan duro fue ese momento”.
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Sergio llegó a Estados Unidos hace cuatro años, pero perdió su caso de asilo por lo tanto tenía el documento I-220B, una orden de deportación.
El grupo de deportados podrían ser unos 33 que estaban arrestados con órdenes de deportación por las autoridades migratorias.
Desde la isla, Pérez explica “estoy en la casa de unos vecinos, que me voy a quedar unos días aquí, para ver como me acomodo”, pues en Cuba no le queda ningún familiar.
“Yo aquí no tengo casa. No tengo familia. No tengo nada”, su familia está en Estados Unidos, incluido su hijo Yordan de diez años, quien dice “me siento muy mal porque era lo único que yo tenía en este país (...) mi mamá está en Cuba y no tengo a más nadie aquí”.
Mientras desde Cuba Pérez confiesa: “El momento más duro de mi vida ha sido este. Separarme así de mi familia, de mi niño”.
“Anoche cuando estaba hablando con él, me dijo: ‘no te vas a ir’. Tu te imaginas lo que significa para un padre que un hijo te diga eso, y que diez minutos después te digan que llegó el momento de la deportación. Es muy duro”, se conduele Pérez.
“Nos dejaron que nos llevaran así como así. Sabiendo que no tenemos delito, que llevamos tiempo en este país trabajando y que buscamos libertad, como todo el mundo”, apunta Pérez.
Familiares de los deportados contemplaban impotentes, el terrible momento que enfrentaban sus seres queridos cuando abordaban el avión que los llevaría de regreso a la isla.
Entre los deportados que viajaban en el avión con las ventanillas cerradas estaba Sergio Pérez, cuyo hijo de solo 10 años ha quedado solo, pues su madre vive en Cuba y en Miami está solo una tía y la tía de su padre con quienes no tienen la custodia legal del menor.
El grupo de unos doce cubanos quedó detenido por varios días, después que el pasado mes de octubre, cuando con la forma I-220B, acudieron a su cita de inmigración, y fueron dejados en libertad con un grillete, pero más tarde unos 14 fueron detenidos nuevamente. Dos habrían sido deportados previamente.