Boeing debe informar a los reguladores federales el jueves cómo planea solucionar los problemas de seguridad y calidad que han plagado su trabajo de fabricación de aviones en los últimos años.
La Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) exigió a la compañía que elaborara un plan de recuperación después de que uno de sus aviones sufriera la explosión de un panel del fuselaje durante un vuelo de Alaska Airlines en enero.
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Nadie resultó herido durante el incidente en el aire. Los investigadores de accidentes determinaron que faltaban los pernos que ayudaban a fijar el panel al marco del Boeing 737 Max 9 antes de que la pieza explotara. El percance ha afectado aún más la reputación de Boeing y ha dado lugar a múltiples investigaciones civiles y penales.
Los denunciantes han acusado a la compañía de tomar atajos que ponen en peligro a los pasajeros, una afirmación que Boeing cuestiona. Un panel convocado por la FAA encontró deficiencias en la cultura de seguridad del fabricante de aviones.
A finales de febrero, el administrador de la FAA, Mike Whitaker, dio a Boeing 90 días para elaborar un plan para mejorar la calidad y aliviar las preocupaciones de seguridad de la agencia. Whitaker describió el plan como el comienzo de un proceso para mejorar Boeing.
"Va a ser un largo camino para que Boeing vuelva a donde necesita estar, fabricando aviones seguros", dijo a ABC News la semana pasada.
La FAA limitó la producción de Boeing del 737 Max, su avión más vendido, aunque los analistas creen que la cifra que produce la compañía ha caído incluso por debajo del límite de la FAA.
ALGUNAS DE LAS FALLAS DE BOEING
Los problemas recientes de Boeing podrían exponer a la compañía a un proceso penal relacionado con los accidentes mortales de dos aviones Max en 2018 y 2019. El Departamento de Justicia dijo hace dos semanas que Boeing violó los términos de un acuerdo de 2021 que le permitió evitar el procesamiento por fraude. El cargo se basó en que la compañía supuestamente engañó a los reguladores sobre un sistema de control de vuelo que estuvo implicado en los accidentes.
La mayoría de los problemas recientes han estado relacionados con el Max, sin embargo, Boeing y su proveedor clave Spirit AeroSystems también han tenido problemas con fallas de fabricación en un avión más grande, el 787 Dreamliner. Boeing ha sufrido reveses en otros programas, incluida su cápsula espacial Starliner, un avión cisterna de reabastecimiento de combustible militar y los nuevos aviones presidenciales Air Force One.
Los funcionarios de Boeing han prometido recuperar la confianza de los reguladores y de los viajeros. Boeing se ha quedado atrás de su rival Airbus y los reveses en la producción han perjudicado la capacidad de la compañía para generar efectivo.
La compañía dice que está reduciendo el "trabajo de viaje" (tareas de ensamblaje que se realizan fuera del orden cronológico adecuado) y vigilando más de cerca a Spirit AeroSystems.