WASHINGTON - El proceso de confirmación de los puestos clave de la futura administración de Donald Trump comenzó este martes en el Senado con una audiencia a su nominado para Defensa, Pete Hegseth, que fue acribillado a críticas relacionadas con falta de experiencia, mala gestión y acusaciones sobre abuso sexual y comentarios machistas.
Su nominación había generado sorpresa desde el principio en Washington, ya que supondría colocar al frente de un departamento clave a un expresentador de la cadena Fox News y miembro de la Guardia Nacional del Ejército sin larga trayectoria.
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Y este martes no se obviaron las partes más controvertidas de su candidatura, como una acusación de abuso sexual de 2017 que el implicado niega o su etapa al frente de una organización de apoyo a veteranos, en la que se le acusaba en un informe de trato inapropiado hacia las mujeres, consumo de alcohol en el trabajo y mala gestión financiera.
"No soy una persona perfecta, pero la redención es real y Dios me forjó de maneras para las que sé que estoy preparado", dijo Hegseth ante el comité, al que acudió con traje azul, corbata roja y pañuelo con la bandera nacional en la chaqueta.
El nominado consideró una persecución política las críticas: "¿Por qué quieren destruirme? Porque soy un agente de cambio y una amenaza para ellos, porque Donald Trump estaba dispuesto a elegirme para empoderarme y llevar al Departamento de Defensa de vuelta a lo que realmente debería ser, que es la lucha contra la guerra".
El propio presidente electo le había mostrado este martes su respaldo en su red social, Truth Social: "Será un gran secretario de Defensa. Tiene mi completo y total apoyo. ¡Buena suerte hoy!".
Hegseth, que estuvo un año destinado en la Base Naval de Guantánamo, en la que están retenidos presos por los ataques del 11 de septiembre de 2001, admitió que es un candidato atípico pero no lo vio como un obstáculo.
"Hemos colocado repetidamente en lo alto del Pentágono a personas con las supuestas calificaciones, ya sean generales retirados, académicos o ejecutivos de contratistas de defensa. ¿Y adónde nos ha llevado? Mi éxito como líder siempre ha consistido en establecer una visión clara, contratar a gente más inteligente y capaz que yo y darle poder para triunfar", apuntó.
Hegseth, de 44 años, defendió algunas de sus opiniones más polémicas, como la de que no debería haber mujeres en roles de combate: "No se trata de capacidades, sino de estándares. Nuestros estándares serán altos e iguales, no equitativos".
En el plano meramente estratégico, advirtió que Rusia y China "se apresuran a modernizarse y a construir arsenales mayores" que los de Estados Unidos, instó a adecuar las capacidades a las amenazas y prometió "una inversión seria dirigida a los sistemas realmente necesarios, incentivando también la competencia".
Su opinión sobre el cumplimiento de las normas internacionales de la guerra fue ambigua: "Nos basamos en los Convenios de Ginebra, pero lo que una política de seguridad nacional de Estados Unidos primero no va a hacer es entregar sus avances a organismos internacionales que toman decisiones sobre cómo nuestros hombres y mujeres deciden en el campo de batalla".
Sin sorpresas, su nominación recibió el apoyo de integrantes republicanos del Comité de Servicios Armados y el rechazo de los demócratas.
"El candidato no es convencional, como tampoco aquel promotor neoyorquino (Trump) que bajó las escaleras mecánicas en 2015 para anunciar su candidatura a la presidencia. Eso puede ser lo que haga de él una excelente opción para mejorar este inaceptable status quo", expresó el presidente de ese comité, el conservador Roger Wicker.
Para el demócrata Jack Reed, está claro que Hegseth no es apto. "Debemos reconocer los preocupantes informes públicos en su contra... Ha abogado incluso por técnicas de interrogatorio como el ahogamiento simulado, que ha sido definido como tortura", concluyó.
Estas audiencias son la parte más pública del proceso de confirmación de puestos clave de la nueva administración. Tras los interrogatorios, los miembros de los respectivos comités votan si recomiendan a los nominados para que estos sean validados por el pleno del Senado, donde los republicanos gozan de la mayoría.