MIAMI - La ciudad de Florida City fue sacudida por un crimen que roza lo inexplicable. Un hombre, identificado como Alexander Roque, presuntamente asesinó a sangre fría a Yessenia Rodríguez Márquez, una mujer cubana de 42 años que había llegado hace apenas nueve meses a Estados Unidos junto a su hija de 12 años, en busca de una vida mejor.
Odelsa Márquez, desconsolada madre de la víctima, aún no logra procesar la magnitud de la tragedia. "No lo considero ni persona porque los sentimientos humanos no llegan a tanta maldad", expresó entre lágrimas al referirse al presunto homicida.
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Lo que convierte este caso en un episodio escalofriante es el proceder del acusado tras cometer el atroz crimen. Roque, lejos de guardar cualquier atisbo de remordimiento, tuvo la insensibilidad de enviar una fotografía del cuerpo sin vida y ensangrentado de Yessenia a través de WhatsApp a su propia hija adolescente.
"Cuando yo abrí aquello, sentí que me moría", relata Odelsa con la voz entrecortada, incapaz de contener el llanto al rememorar el momento en que recibió la impactante imagen.
Los detalles preliminares apuntan a que Yessenia y su hija arribaron desde Cuba gracias a un parole humanitario tramitado por el padre de la menor. Durante los primeros meses, la familia vivió junta hasta que la mujer conoció a Alexander Roque, con quien inició una relación sentimental que, aparentemente, transcurría sin sobresaltos.
No obstante, la determinación de Yessenia de incorporarse al mercado laboral parece haber sido el detonante de la tragedia. "Él era muy cordial, me mandaba fotos de lo bien que la estaban pasando en restaurantes. Pero ella quiso comenzar a trabajar y, según me contó mi hija desde Ecuador, ese fue el detonante", reveló la afligida madre.
Odelsa cree que su hija decidió separarse de Roque aproximadamente cuatro meses atrás, luego de negarse a abandonar su empleo y los estudios de la adolescente, como presuntamente le exigía su pareja. La noche del pasado sábado 20 de abril, se especula que el hombre esperó a que Yessenia saliera del trabajo para interceptarla. "Sólo Dios y ellos dos saben cómo ella entró en ese carro, porque ella nunca más quiso volver con él", ahonda Odelsa.
Horas más tarde, cerca de las 11:18 pm, Roque se presentó ante las autoridades policiales de Florida City con el cuerpo sin vida de la mujer en el asiento del acompañante. En un acto de suma crueldad, no solo le envió la imagen del cadáver a la hija de la occisa, sino que además realizó una videollamada al padre de la menor para alardear de su fechoría: "Le dijo que él era un hombre, que había que respetarlo, y que la había matado".
La angustia de Odelsa es indescriptible, pero su mayor preocupación recae en el futuro incierto que deberá afrontar su nieta, ahora huérfana: "A mí, que soy una adulta mayor, me destrozó la vida. Imagínate esa niña que sólo tiene 12 años. Ella y esa madre eran una sola persona, ellas solo sentían adoración".
Mientras las autoridades continúan investigando los detalles de este espantoso suceso, una comunidad entera se muestra consternada. Un caso que, lamentablemente, pone de manifiesto hasta dónde puede llevarnos la maldad humana.