El crecimiento de los precios al consumidor aumentó en diciembre, una señal de que el presidente electo Donald Trump heredará los problemas de inflación que acosaron al gobierno Biden cuando vuelva a tomar posesión de la Casa Blanca la próxima semana.
La Oficina de Estadísticas Laborales informó el miércoles que la tasa de inflación anual subió al 2.9% desde el 2.7% en noviembre. Sobre una base mensual, la tasa aumentó un 0.4%, frente al 0.3% del mes anterior y por encima de las expectativas.
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Los datos aportan más pruebas de que el progreso en la reducción de la inflación puede estar estancado.
El viernes, la BLS informó que el país agregó 256,000 puestos de trabajo el mes pasado, superando significativamente las expectativas e indicando que el crecimiento económico de Estados Unidos no solo se mantiene estable, sino que también puede estar acelerándose.
Trump fue reelegido en parte para mantener el impulso económico que se afianzó durante el gobierno Biden. La evidencia se puede encontrar en las cifras del producto interno bruto que superaron continuamente las expectativas y los precios de las acciones que se han disparado a máximos históricos.
Pero ese crecimiento se produjo a costa de varios años de inflación creciente, sin mencionar los mayores costos de endeudamiento para Estados Unidos y las elevadas tasas de interés para los consumidores.
Si esas condiciones persisten, podrían trastocar la agenda de política económica de Trump, que según muchos economistas convencionales podría resultar en nuevos aumentos de precios.
"Los mercados inicialmente celebraron los resultados de las elecciones, pero la fiesta fue menos festiva que en 2016-17", dijo BCA Research en una nota a los clientes el lunes. “El contexto macroeconómico no es tan indulgente con las deportaciones, la reflación y los aranceles como lo fue hace ocho años, y la administración entrante podría enfrentar un camino más duro que el que tuvo en su primer gobierno”.
Los mercados han respondido a la amenaza de nuevos aumentos de precios castigando por igual a los inversores en acciones y bonos. El aumento inicial de los precios de las acciones que acompañó la elección de Trump en noviembre ha sido casi completamente borrado.