Departamento de Justicia

Influencers de EEUU fueron engañados para trabajar en operación encubierta rusa

El Departamento de Justicia no alega ningún delito por parte de los influencers, algunos de los cuales, recibieron información falsa sobre el origen de la financiación de la empresa.

El secretario de Justicia Merrick Garland, en el centro, habla antes de una reunión del Grupo de Trabajo sobre Amenazas Electorales del Departamento de Justicia, en el Departamento de Justicia, el miércoles 4 de septiembre de 2024, en Washington.
AP

ESTADOS UNIDOS - Tienen millones de seguidores en internet. Han sido actores principales en el discurso político de derechas desde que Donald Trump es presidente. Y trabajaron sin saberlo para una empresa que era una fachada para una operación de influencia rusa, dicen los fiscales estadounidenses.

Una acusación presentada el miércoles alega que una empresa de medios vinculada a seis influencers conservadores –entre ellos Tim Pool, Dave Rubin y Benny Johnson– fue financiada en secreto por empleados de medios estatales rusos para producir videos en inglés que eran “a menudo acordes” con el “interés del Kremlin en amplificar las divisiones internas de Estados Unidos con el fin de debilitar la oposición estadounidense” a los intereses rusos, como su guerra en Ucrania.

Además de marcar la tercera elección presidencial consecutiva en la que las autoridades estadounidenses han revelado detalles políticamente cargados sobre el intento de interferencia de Rusia en la política de Estados Unidos, una acusación indica cómo Moscú puede estar tratando de sacar provecho de la creciente popularidad de los podcasters de derecha, livestreamers y otros creadores de contenido que han encontrado carreras exitosas en las redes sociales en los años desde que Trump estaba en el cargo.

El Departamento de Justicia de Estados Unidos no alega ningún delito por parte de los influencers, algunos de los cuales, según dice, recibieron información falsa sobre el origen de la financiación de la empresa. En cambio, acusa a dos empleados de RT, una empresa de medios de comunicación estatal rusa, de canalizar casi $10 millones a una empresa de creación de contenidos con sede en Tennessee para contenidos favorables a Rusia.

Tras conocerse las acusaciones, tanto Pool como Johnson emitieron comunicados en las redes sociales, que Rubin retuiteó, diciendo que eran víctimas de los presuntos delitos y que no habían hecho nada malo.

“Todavía no sabemos qué hay de cierto, ya que sólo se trata de acusaciones”, dijo Pool. “Putin es una basura”.

En su publicación, Johnson escribió que hace un año le habían pedido que proporcionara contenidos a una “startup de medios de comunicación”. Dijo que sus abogados negociaron un “acuerdo estándar, a distancia, que más tarde se terminó”.

Kostiantyn Kalashnikov y Elena Afanasyeva están acusados de conspiración para cometer blanqueo de capitales y de violar la Ley de Registro de Agentes Extranjeros. Se encuentran prófugos y no quedó claro de momento si tienen abogados.

Los funcionarios estadounidenses han alertado previamente sobre el uso por parte de Rusia de estadounidenses inconscientes para llevar a cabo operaciones de influencia en las elecciones de 2024, pero la acusación del miércoles es la descripción más detallada de esos intentos hasta la fecha.

En un foro celebrado el jueves, el presidente ruso Vladímir Putin pareció sugerir en broma que apoyaría a la vicepresidenta Kamala Harris en las próximas elecciones estadounidenses. Los funcionarios de inteligencia han afirmado que Moscú tiene preferencia por Trump.

Putin autorizó operaciones de injerencia para ayudar a Trump en las elecciones de 2020, mientras que su campaña de 2016 se benefició del hackeo por parte de agentes de inteligencia rusos y de un esfuerzo encubierto en las redes sociales, según las fuerzas del orden y los servicios de inteligencia estadounidenses.

Con el declive de los medios de comunicación tradicionales como los periódicos y los límites a la publicidad directa en las plataformas de medios sociales, los influencers desempeñan cada vez más un papel clave en la política y en la formación de la opinión pública. Tanto el Partido Republicano como el Demócrata invitaron este verano a decenas de influencers a sus respectivas convenciones nacionales. Sin embargo, de momento que casi no existen requisitos de divulgación sobre quién financia el trabajo de los influencers, el público desconoce en gran medida quién impulsa los mensajes en línea.

Aunque la acusación no nombra a la empresa con sede en Tennessee, los detalles coinciden exactamente con Tenet Media, una empresa de medios de comunicación digitales que se jacta de albergar “una red de comentaristas heterodoxos que se centran en cuestiones políticas y culturales occidentales”. El sitio web de Tenet enumera a seis influencers que aportan contenidos, entre ellos Pool, Johnson, Rubin, Lauren Southern, Tayler Hansen y Matt Christiansen.

Los seis principales influencers de Tenet Media tienen más de 7 millones de suscriptores en YouTube y más de 7 millones de seguidores en X.

Impulsados por la indignación pública y sus seguidores, los influencers que conforman el grupo de talentos de Tenet Media han acumulado millones de seguidores leales que están de acuerdo con su conservadurismo acérrimo y su descarada disposición a expresar opiniones controvertidas. Sus canales también han creado comunidades para los conservadores estadounidenses que han perdido la confianza en los medios de comunicación convencionales tras la derrota de Trump en 2020 y la pandemia del COVID-19. Varios de ellos se han enfrentado a críticas por difundir desinformación política.

La acusación muestra que algunos de los influencers fueron pagados generosamente por su trabajo. El contrato de un influencer no identificado incluía una tarifa mensual de $400,000, una bonificación por firma de $100,000 dólares y una bonificación adicional por rendimiento.

En los últimos meses, los programas de Tenet Media han contado con invitados conservadores de alto nivel, como la copresidenta del Comité Nacional Republicano Lara Trump, el ex candidato presidencial republicano Vivek Ramaswamy y la candidata al Senado de EEUU. Kari Lake. Los casi 2,000 videos publicados por la empresa han tenido más de 16 millones de visitas sólo en YouTube, según la fiscalía.

Pool, un periodista reconvertido en YouTuber que llamó la atención del público por retransmitir en directo las protestas de Occupy Wall Street, recibió a Trump en su podcast este año.

Johnson es un abierto partidario de Trump –y una celebridad de internet– que fue despedido de BuzzFeed después de que la empresa encontrara pruebas de que había plagiado otros trabajos.

Rubin formó parte anteriormente del programa liberal de comentarios sobre noticias “The Young Turks”, pero desde entonces se ha identificado como libertario. Cuenta con el mayor número de seguidores en YouTube de la lista de influencers de Tenet y presenta un programa llamado “The Rubin Report”.

El presidente de Tenet Media, Liam Donovan, es el marido de Lauren Chen, una influencer canadiense que ha aparecido como invitada en varios videos de Tenet Media. Chen está afiliada a la organización juvenil conservadora Turning Point USA y ha presentado programas para la cadena derechista Blaze Media. En el sitio web de RT también figura como colaboradora de varios artículos de opinión de 2021 y 2022.

Derechos de autor AP - Associated Press
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