Quienes han invertido grandes sumas de tiempo y dinero en sus tatuajes no tienen que despedirse de ellos al morir, pues un ser querido podrá conservar trozos de su piel tatuada por siempre.
El servicio se llama "Save my Ink", que en español podría ser "preserva mi tinta", y permite que al fallecer sean removidas secciones de la piel para ser procesadas, enmarcadas y entregadas a los deudos como perdurable recuerdo.
La Asociación Nacional para la Preservación del Arte en la Piel, NAPSA por sus siglas en inglés, es la institución encargada de ofrecer el servicio solo a sus miembros y según explican en su website, la persona que desee preservar su tatuaje únicamente debe completar algunos formularios en línea y notificar a sus familiares y amigos más inmediatos.
Entre la información que debe proveer la persona tatuada está una foto o modelo digital del tatuaje que quiere preservar, el nombre del tatuaje, el del artista que lo realizó y una breve historia, que es opcional, sobre cómo o por qué lo obtuvo.
Los amigos y deudos serán quienes contacten a NAPSA dentro de las primeras 18 horas después del fallecimiento. NAPSA enviará un kit con instrucciones y equipos para remover el tatuaje del cadáver, preservar el tejido momentáneamente y ser enviado de regreso a la Asociación.
Una vez verificado que el tatuaje fue removido y conservado de acuerdo al estándar de NAPSA, entre tres y seis meses después el beneficiario del fallecido recibirá el trozo de piel enmarcado como una obra de arte.
Una encuesta de Harris reveló en el año 2012 que uno de cada cinco estadounidenses tienen al menos un tatuaje.
- Larry Hernández, libre bajo fianza Haz clic aquí o pulsa en la foto.