Después de meses de responder a su creciente comunidad migrante albergando a los recién llegados por períodos de tiempo limitados, Denver ha comenzado a implementar una nueva estrategia diseñada para ayudar a las personas a hacer la transición a una vida más estable en la ciudad brindándoles seis meses de alojamiento, capacitación laboral, enseñanza de inglés y apoyo legal en la presentación de solicitudes de asilo.
Casi 800 personas estaban inscritas en el programa hasta el miércoles, y se espera que se agreguen más para fin de mes, dijo el miércoles Jon Ewing, portavoz de la ciudad que gestiona las comunicaciones para la respuesta de los recién llegados de Denver.
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Denver, Nueva York y Chicago han estado luchando por dar cabida a las poblaciones de inmigrantes que han crecido considerablemente en los últimos dos años. Las ciudades han estado alojando a sus habitantes en hoteles, tiendas de campaña y otros refugios improvisados y luchando por crear redes de seguridad social sin devastar sus presupuestos. Chicago y Nueva York han impuesto límites más estrictos al tiempo que las personas pueden permanecer en los refugios y han comenzado a desalojar a aquellos a quienes se les ha acabado el tiempo.
"Nuestro objetivo era tomar lo que la gente veía como una crisis y convertirlo en una oportunidad", dijo el miércoles el alcalde de Denver, Mike Johnston, en una entrevista. "Tenemos gente que llega a la ciudad y que quiere trabajar desesperadamente, que tiene habilidades y talento y disciplina. Tenemos empleadores en la ciudad que están hambrientos por encontrar empleados y quieren desesperadamente contratarlos. Lo que queríamos hacer era tomar a aquellas personas que buscan trabajo y conectarlas con la capacitación y las habilidades centradas en los trabajos donde tenemos mayor necesidad. Entonces, lo que hicimos fue crear este programa, el primero de su tipo en el país, que es este programa para solicitantes de asilo", agregó.
Los inscritos en el Programa de Solicitantes de Asilo de Denver son inmigrantes que estaban en el sistema de refugios de la ciudad en abril y están solicitando asilo, que requiere una espera de seis meses para obtener permisos de trabajo después de presentar las solicitudes, explicó Ewing.
Johnston indicó: "Intentamos utilizar ese período de espera de seis meses como una oportunidad en lugar de un problema". Además de la asistencia con las solicitudes de asilo, los inscritos en el programa recibirán capacitación laboral, clases de inglés, instrucción financiera y la posibilidad de obtener las certificaciones necesarias para que los inmigrantes trabajen en ciertas industrias.
"Entonces, cuando llega esa autorización de trabajo, ya tienes las habilidades, la capacitación, la autorización y la certificación para acceder a un trabajo desde el primer día y ser un gran activo para un empleador de Denver", señaló.
Local
Desde que el gobernador de Texas, Greg Abbott, comenzó a transportar inmigrantes en autobuses a ciudades demócratas en 2022, alrededor de 42,000 han llegado a Denver. La mayoría ha optado por trasladarse a otras ciudades donde tienen amigos o familiares.
De las aproximadamente 800 personas que viven en refugios para inmigrantes en Denver, alrededor de 530, la mayoría de las cuales están en el nuevo programa, vivían en un hotel refugio hasta el miércoles, dijo Ewing. Alrededor de 200 viven en viviendas de transición y en un refugio administrado por Caridades Católicas, y otros 68 están en albergues a corto plazo, agregó. Algunas personas también ya han sido trasladadas a apartamentos.
Denver tiene muchas menos personas en su sistema de refugios que Chicago y la ciudad de Nueva York.
Según datos de la ciudad, hasta el miércoles había 7,233 inmigrantes en refugios en Chicago. La ciudad indicó que ha recibido más de 42,000 inmigrantes desde 2022.
En Nueva York había más de 65,800 inmigrantes y solicitantes de asilo que necesitaban refugio, informó la ciudad en un comunicado la semana pasada, y casi 200,000 inmigrantes han llegado desde 2022.
Si bien hay más inmigrantes en esas ciudades, los funcionarios de Denver han dicho que han acogido a más personas per cápita.
Ewing dijo que el giro de la política de la ciudad ha sido posible ahora que Denver está recibiendo menos inmigrantes, con alrededor del 76% de los recién llegados "inmediatamente viajando a otro destino", lo que permite centrarse en una asistencia más intensiva para los que buscan quedarse allí.
En diciembre, se enviaron a Denver 144 autobuses con inmigrantes recién llegados, y la población de sus refugios aumentó a unas 5,000 personas, muchas de ellas familias con niños, dijo Ewing. Esa situación era insostenible y dejó a muchos inmigrantes a la deriva en busca de trabajos clandestinos que eran cada vez más difíciles de conseguir, señaló.
"El objetivo es proporcionar esos servicios más sostenibles. Es para un grupo más pequeño de personas que cuando teníamos 5,000 personas en refugio, pero es mucho más sustancial, mucho más integral y mucho más beneficioso para ellos a largo plazo", afirmó Ewing.
La ciudad ha gastado alrededor de $70 millones en su respuesta a los migrantes desde 2022, y entre $20 y $25 millones en lo que va de año. Casi $52 millones se gastaron en refugio y vivienda, agregó Ewing, quien afirmó además que los albergues han sido más costosos.
"Cuanto más nos alejamos del funcionamiento de los refugios, menos gastamos", dijo. "Inicialmente proyectamos que podríamos gastar hasta $180 millones en 2024 si continuábamos albergando a miles de personas durante todo el año", explicó.
La ciudad ha presupuestado $90 millones para su programa de recién llegados este año, "pero el objetivo es no gastar tanto", aseguró.
"Por supuesto, no tenemos forma de saber qué nos deparará el otoño o el invierno, razón por la cual tenemos que presupuestar tanto", dijo Ewing.
El presupuesto incluye $4 millones para capacitación laboral y asistencia suplementaria para el alquiler, así como $5.6 millones para gestión de casos, incluidas clínicas de asilo y autorización de trabajo, informó el portavoz.
Los funcionarios de la ciudad han defendido el recorte presupuestario de $40 millones que ayudará a pagar su respuesta a los inmigrantes, diciendo que alrededor de $20 millones provendrían de no contratar para puestos vacantes. La ciudad ha indicado que también ha podido restaurar algunos servicios y que el recorte promedio de estos fue de aproximadamente el 2% de los presupuestos operativos de las agencias.
Algunos han criticado la propuesta de la ciudad de recortar $8 millones del departamento de policía, alrededor del 1.9% de su presupuesto, al tiempo que amplía los servicios para los inmigrantes. La ciudad ha indicado que los recortes no cambiarán el número de agentes desplegados en la calle y que no ha cambiado sus planes de reclutamiento. Además, que $5 millones de los recortes propuestos provendrían de no cubrir puestos vacantes y que otros incluyen medidas como retrasar la compra de muebles nuevos.
Johnston dijo que espera que el programa estimule a otras ciudades a tomar nota y potencialmente implementar políticas y procedimientos similares.
"Creemos que tenemos una solución que todas las ciudades pueden utilizar", indicó. "Denver no puede resolver este problema por sí solo", concluyó.