El sindicato UFCW Local7, que representa a 3,000 trabajadores de la planta procesadora de carne JBS, aseguró que otro empleado de esa fábrica murió el domingo a causa de COVID-19.
Esta muerte no ha sido confirmada por oficiales o funcionarios de salud del condado Weld.
En un comunicado difundido el domingo, la organización sindical dijo que hasta la fecha son cinco trabajadores de JBS, de los cuales cuatro pertenecen a UFCW Local7, que han muerto por la pandemia del coronavirus.
Según el sindicato, los empleados "no fueron provistos de máscaras o pautas de seguridad como el distanciamiento social".
Desde el 25 de marzo, según datos oficiales del condado y el estado, han sido al menos 43 casos confirmados de COVID-19 en esta procesadora de alimentos.
Según las cifras del Departamento de Salud y Medio Ambiente de Colorado, el Condado Weld es el tercero del estado con más muertes al reportar 79 fallecidos, mientras que los casos positivos son 1,469.
El comunicado afirma que la planta JBS envió una carta de cese y desista a la presidenta de UFCW Local7, Kim Cordova, supuestamente por los esfuerzos del sindicato en garantizar la seguridad de los empleados durante la pandemia.
En respuesta, Cordova dijo que "UFCW Local 7, nuestros miembros, JBS y el gobierno federal, estatal y local tienen un objetivo común: garantizar que la planta de JBS en Greeley sea un lugar seguro para trabajar para que pueda reanudar sus negocios".
Y agregó: "Sin embargo, UFCW Local 7 no está de acuerdo con que la planta sea segura en este momento porque a todos los trabajadores no se les han realizado pruebas para detectar COVID-19, a pesar de las promesas del vicepresidente Mike Pence de que garantizaría que las pruebas fluyan a la planta, así como del gobernador Jared Polis y JBS".
La planta procesadora fue reabierta el viernes 24 de abril luego de que decenas de empleados fueran contagiados con el COVID-19.
