DENVER - La exfuncionaria de Colorado, Tina Peters, una heroína para los negacionistas electorales, fue declarada culpable el lunes por un jurado de la mayoría de los cargos relacionados con una violación del sistema informático de votación de su condado.
Peters fue acusada de usar la credencial de seguridad de otra persona para darle a un experto afiliado al director ejecutivo de My Pillow, Mike Lindell, acceso al sistema electoral del condado de Mesa. Los fiscales dijeron que buscaba fama y se "obsesionó" con los problemas de votación después de involucrarse con quienes habían cuestionado la precisión de los resultados de las elecciones presidenciales de 2020.
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El caso marcó el primer procesamiento de un funcionario electoral local por una presunta violación de seguridad en medio de las teorías conspirativas que giraron en torno a las elecciones de 2020. Aumentó las preocupaciones sobre posibles amenazas internas, en las que los trabajadores electorales deshonestos simpatizantes de las mentiras partidistas podrían usar su acceso y conocimiento para lanzar un ataque desde adentro.
Peters fue condenada por tres cargos de intento de influenciar a un servidor público, un cargo de conspiración para cometer suplantación de identidad criminal, mala conducta oficial en primer grado, violación del deber y no cumplir con el secretario de Estado.
Fue declarada no culpable de robo de identidad, un cargo de conspiración para cometer suplantación de identidad y un cargo de suplantación de identidad.
La absolución del cargo de robo de identidad sugiere que los jurados se vieron influenciados por el argumento de la defensa de que Peters utilizó la placa de seguridad con el consentimiento de su propietario.
Peters se encontraba de pie junto a uno de sus abogados en la mesa de la defensa mientras se leía el veredicto en una sala tranquila. El juez Matthew Barrett había advertido a los presentes en la sala que no toleraría ningún arrebato.
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El veredicto se produjo apenas horas después de que los fiscales instaran a los jurados a condenar a Peters, diciendo que ella engañó a los empleados del gobierno para poder trabajar con personas externas afiliadas a Lindell, uno de los teóricos de la conspiración electoral más destacados del país.
En los argumentos finales del juicio, la fiscal Janet Drake argumentó que la exfuncionaria permitió que un hombre que se hacía pasar por empleado del condado tomara imágenes del disco duro del sistema electoral antes y después de una actualización de software en mayo de 2021.
Drake dijo que Peters observó la actualización para poder convertirse en la "heroína" y aparecer en el simposio de Lindell sobre las elecciones presidenciales de 2020 unos meses después. Lindell es un destacado promotor de afirmaciones falsas de que las máquinas de votación fueron manipuladas para robarle las elecciones a Donald Trump.
El trabajo de la acusada "era proteger el equipo electoral, y lo atacó y utilizó su poder para su propio beneficio", indicó Drake, una abogada de la Fiscalía General de Colorado.
Drake ha estado trabajando para el fiscal de distrito del condado de Mesa, una entidad mayoritariamente republicana cercana a la frontera con Utah, para procesar el caso.
Antes de que los jurados comenzaran a deliberar el lunes, la defensa les dijo que Peters no había cometido ningún delito y que solo quería preservar los registros electorales después de que el condado no le permitiera tener a uno de sus expertos en tecnología presente en la actualización del software.
El abogado defensor John Case argumentó que Peters tuvo que conservar registros para acceder al sistema de votación y averiguar si alguien de "China o Canadá" había accedido a la máquina mientras se contaban las papeletas.
"Y gracias a Dios lo hizo. De lo contrario, realmente no sabríamos qué pasó", indicó.
Peters permitió que un afiliado a Lindell, Conan Hayes, observara la actualización del software y realizara copias del disco duro utilizando la placa de seguridad de un hombre local, Gerald Wood, que según la acusada trabajaba para ella.
Los fiscales dicen que Peters cometió robo de identidad al tomar la placa de seguridad de Wood y dársela a Hayes para ocultar quién era. Pero la defensa afirma que Wood estaba involucrado en el plan, por lo que la acusada no cometió un delito al hacerlo.
Wood lo negó cuando testificó durante el juicio.
La activista política Sherronna Bishop, que ayudó a presentar a Peters a las personas que trabajaban con Lindell, testificó que Wood sabía que su identidad sería utilizada en base a un chat de Signal entre ella, él y la acusada. No se detalló ningún acuerdo en el chat.
Bishop testificó que al día siguiente de que se tomara la primera imagen del disco duro, había publicado una grabación de voz en el chat. El contenido de esa grabación no se incluyó en las capturas de pantalla del chat presentadas por la defensa. Según las capturas de pantalla, la persona identificada como Wood respondió a ese mensaje desconocido diciendo: "Me alegré de poder ayudar. Espero que el esfuerzo haya resultado fructífero".
El fiscal Robert Shapiro dijo a los jurados que Bishop no tenía credibilidad.