CIUDAD DE MÉXICO - El reciente contagio de covid del presidente Andrés Manuel López Obrador se suma a la imparable ola de coronavirus que azota a un país que acaba de superar los 300,000 muertos y los 4 millones de enfermos.
Como una profecía autocumplida, México cosecha lo que sembró antes de que se iniciaran las Navidades, cuando decidió no aplicar ningún tipo de restricciones.
Recibe las noticias locales y los pronósticos del tiempo directo a tu email. Inscríbete para recibir newsletters de Telemundo Colorado aquí.
“Hay la polémica sobre si nos reunimos o no por esta nueva variante (Ómicron), que lo hagamos con cuidado, pero que sí procuremos reunirnos con nuestros seres queridos, que es muy importante vernos, es algo bellísimo el encontrarnos”, señaló el mandatario el 22 de diciembre.
Ómicron, que las propias autoridades sanitarias ya admiten que se está convirtiendo en la variante con más presencia, ha demostrado su capacidad de contagio en las últimas semanas.
La consecuencia visible es el aumento exponencial en el número de contagios diarios -el lunes se registraron más de 11,000– y en las largas filas para acceder a una prueba en la sanidad pública y privada.
Como respuesta a las ingentes solicitudes para una prueba, Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud y zar contra la pandemia, pidió este martes a la población que ha tenido contacto con positivos y no tenga síntomas no hacerse el test.
La recomendación del funcionario contraviene lo que piden instituciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los Centros de Control de Enfermedades de EEUU (CDC, en inglés).
El pasado sábado, México batió el récord de contagios diarios al llegar a los 30,671, por encima de los 28,953 del 18 de agosto de 2021.
A la pasarela de cifras se le sumó el viernes la superación de los 300,000 muertos oficiales por covid, datos que consolidan al país como el quinto en el mundo en números absolutos de decesos por esta enfermedad.
TRANQUILIDAD ANTE ÓMICRON
El mensaje del gobierno de López Obrador se ha limitado a minimizar el impacto de la nueva versión del virus, por no ser igual de virulenta que las pasadas, y reivindicar el poder de la vacunación.
"La enfermedad por Ómicron es más parecida al catarro (gripe) común. Afortunadamente insisto con menor probabilidad de afección a pulmones”, señaló López-Gatell.
Alejandro Macías, encargado de la pandemia de gripe AH1N1 en 2009, no coincide con los mensajes de la Administración y considera que, aunque no se incrementen las hospitalizaciones, se debe tomar en serio a la nueva ola.
“Lo que razonablemente se puede inferir de lo que observamos es que hemos pasado las peores etapas de esta pandemia, eso no significa que el virus se vaya a ir o que estemos libres de problemas”, advirtió Macías en días pasados.
Las personas que aún no están inoculadas son las principales damnificadas en esta nueva ola de contagios, y en casos como en la Ciudad de México, representan hasta el 70% de las camas en hospitales.
La estrategia de vacunación de México sigue avanzando pero no al nivel que el gobierno hubiera deseado.
El país se acerca al 60% de su población total con el esquema completo sin que se haya terminado con los pinchazos en los grupos de edad fuera de los mayores de 60 años.
De acuerdo con datos proporcionados por el gobierno este lunes, se ha logrado superar el 50% los adultos de la tercera edad con tercera dosis y poco más del 30% en los sanitarios.
CONTAGIOS EN LA CÚPULA OFICIAL
López Obrador no es el único integrante del gobierno mexicano que tiene un caso activo de COVID-19.
Además del mandatario, las secretarias de Economía, Tatiana Clouthier, y de Medio Ambiente, María Luisa Albores, se encuentran infectadas.
El positivo del presidente ha generado fuertes críticas en la prensa local, en especial por haberse presentado con síntomas y sin mascarilla en su conferencia de prensa del lunes.
“Sí... amanecí ronco, me voy a hacer la prueba más tarde, pero yo creo que es gripe", minimizó el mandatario, que horas después confirmó su contagio.
Sumado a eso, el viernes se negó a hacerse un test y a aislarse a pesar de que estuvo en contacto con Clouthier menos de una semana antes de que fuera diagnosticada con covid.
“Una de las políticas, para una crisis de salud como esta, es la detección temprana, que no hemos hecho adecuadamente”, lamentó Macías.