CIUDAD DE MÉXICO — Las autoridades detuvieron al novio de la salvadoreña que falleció durante un procedimiento policial en un poblado turístico del Caribe mexicano, quien fue acusado de abusos contra la mujer y una de sus dos hijas, anunció el martes el gobernador del estado de Quintana Roo.
La detención del hombre, cuya identidad no se informó, se da tras la polémica desatada por la muerte de la salvadoreña Victoria Esperanza Salazar, de 36 años, que murió el sábado a consecuencia de una fractura de cuello que sufrió tras ser detenida por miembros de la policía turística de la población de Tulum.
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El arresto fue anunciado por el gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, quien indicó en un video en Twitter que, luego de los trabajos de investigación, se detuvo a la pareja de Salazar, “que tenía abusos sobre ella y alguna de las hijas”.
El anuncio generó una reacción inmediata del presidente salvadoreño, Nayib Bukele, quien indicó en Twitter. "A pesar de que algunas autoridades salieron a negarlo, habían más agresores y víctimas en esta historia”. Bukele afirmó que el detenido es de nacionalidad mexicana y que “abusó sexualmente” de una de las dos hijas de Salazar.
La muerte de Salazar, quien vivía desde hace varios años en México en condición de refugiada, desató protestas en la capital mexicana y en Quintana Roo luego que se difundieron en las redes sociales imágenes del momento en que la salvadoreña permanecía en el suelo, boca abajo y esposada, con la rodilla de una mujer policía en el cuello. En otro video se observa el cuerpo inerte de Salazar al ser cargado por los policías y colocado en la parte trasera de una camioneta.
Las autoridades no han informado sobre las causas que llevaron a la detención de la salvadoreña.
El informe forense difundido por la Fiscalía concluyó que la migrante sufrió “una fractura en la parte superior de la columna vertebral producida por la ruptura de la primera y segunda vértebra, lo que provocó la pérdida de la vida de víctima”.
El fiscal general de Quintana Roo, Oscar Montes de Oca, afirmó que las lesiones que sufrió Salazar “son compatibles y coinciden con las maniobras de sometimiento que se aplicaron a la víctima durante el proceso de su detención” y demuestran que hubo un uso “desproporcionado” de la fuerza, por lo que se inició el proceso contra los cuatro agentes involucrados, tres hombres y una mujer, por el delito de feminicidio.
Los cuatro policías fueron presentados el martes en una audiencia de imputación en la que se acordó que permanecerán bajo prisión preventiva, informó la Fiscalía. El evento también desencadenó la destitución del jefe de la policía de Tulum, Nesguer Ignacio Vicencio Méndez.
La muerte de la salvadoreña fue condenada por el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, quien admitió sentir “vergüenza” por lo ocurrido en Tulum y aseguró que no habrá impunidad.
Salazar era oriunda de Sonsonate, una localidad al oeste de San Salvador, de la que se fue hace 5 años debido a la violencia y con el fin de buscar mejores oportunidades para su hijas de 15 y 16 años, explicó a The Associated Press su madre, Rosibel Emérita Arriaza.
La madre soltera llegó a Tapachula, en la frontera con Guatemala, donde hizo una solicitud de refugio que las autoridades mexicanas le concedieron. Posteriormente se trasladó a Tulum, donde encontró trabajo como empleada de limpieza en hoteles de esa zona y después mandó traer a sus hijas a México.
Los familiares de Salazar informaron que estaban en conversaciones con las autoridades salvadoreñas para repatriar el cuerpo de su hija, y planeaban viajar a México a buscar a las hijas de ella.