CIUDAD DE MÉXICO - Autoridades mexicanas hallaron un nuevo centro de exterminio en unos terrenos de Nuevo Laredo, en el nororiental estado de Tamaulipas, fronterizo con Estados Unidos, donde el crimen organizado ejecutaba y calcinaba a sus víctimas.
"Fue localizado la semana pasada durante la búsqueda de desaparecidos en la carretera que va de Monterrey a Nuevo Laredo. Todavía había señales de tambos calientes (barriles de plástico) que se utilizaron para cremar los cuerpos", dijo este miércoles Geovanni Barrios, activista de búsqueda de personas en Tamaulipas.
Recibe las noticias locales y los pronósticos del tiempo directo a tu email. >Inscríbete para recibir newsletters de Telemundo Colorado aquí.
La zona está resguardada por la Guardia Nacional, donde la Comisión Nacional de Búsqueda y la Fiscalía General de Tamaulipas siguen inhumando restos de personas.
En el terreno fueron hallados documentos de identidad, ropa, hachas, teléfonos, y se presupone que había sido utilizado de manera reciente ya que todavía humeaban algunos tambos usados para quemar cuerpos de personas.
En una entrevista con W Radio, la comisionada nacional de Búsqueda, Karla Quintana, dijo el martes que se trata de un "crematorio clandestino de importantes dimensiones" que "seguía operando hasta hace poco".
Además, aseguró que los trabajos podrían durar varios meses.
Este campo se encuentra cerca del kilómetro 26 de la carretera que va de Monterrey, Nuevo León, a Nuevo Laredo, Tamaulipas, bautizado por los locales como la "carretera de la muerte".
INUNDADOS DE FOSAS CLANDESTINAS
Solo durante 2021, se estima que más de 80 personas, tanto de México como de Estados Unidos, han desaparecido en esta vialidad como consecuencia del recrudecimiento de la violencia por la disputa entre grupos criminales y la llegada del poderoso Cártel Jalisco Nueva Generación.
El nuevo hallazgo no es el único caso en Tamaulipas, pues la Comisión Nacional de Búsqueda dio a conocer recientemente el caso de La Bartolina, un campo de exterminio y cremación del Cártel del Golfo hallado en 2017 en Matamoros donde hasta ahora se han recuperado al menos 500 kilos de restos óseos calcinados.
"En todo el estado de Tamaulipas estamos inundados de fosas clandestinas porque a las autoridades que les corresponde no han hecho su trabajo", denunció el activista Geovanni Barrios -de la ONG Justicia Tamaulipas-, quien consideró que el nuevo hallazgo "demuestra la vulnerabilidad de la sociedad frente a la delincuencia organizada".
Las autoridades atribuyen las desapariciones como consecuencia del aumento de la disputa entre cárteles en esta región, por las estratégicas ciudades fronterizas de Tamaulipas, por donde se cruza droga y también miles de migrantes, un negocio que ahora compite con el narcotráfico.
México sufre una severa crisis con más de 90,000 desaparecidos sin localizar desde 1964, año en que comenzaron los registros, si bien la inmensa mayoría sucedieron después de 2007, con el inicio de la llamada guerra al narcotráfico bajo el gobierno de Felipe Calderón (2006-2012).