BUENOS AIRES - La investigación judicial en torno al ataque a la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández, detectó que los principales sospechosos habrían intentado atentar contra la también expresidenta (2007-2015) unos días antes, concretamente el 27 de agosto, informaron el lunes medios locales.
La información se desprende de un conjunto de mensajes extraídos del teléfono de Brenda Uliarte, inculpada en esta causa y novia del principal sospechoso, Fernando Sabag Montiel, quien el 1 de septiembre trató de disparar a la vicepresidenta cuando saludaba a sus simpatizantes frente a su vivienda.
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Según fuentes judiciales citadas por medios locales, la pareja habría intentado atentar contra Cristina Fernández el 27 de agosto, en el marco de una protesta por la instalación de vallas alrededor del domicilio de la expresidenta.
Tras varias horas de tensión en las calles, con disturbios entre manifestantes y policías de la ciudad de Buenos Aires, Fernández hizo una aparición pública para agradecer el apoyo de sus seguidores, instándolos a desmovilizarse del lugar.
Fue entonces cuando Sabag Montiel trató presuntamente de atentar contra la vicepresidenta, según consta en los mensajes que envió a Uliarte esa misma noche.
"No, no es que se dé cuenta, el tema es que hay una cámara de C5N, y hay poca gente, y la gente se está yendo, y el momento es ese, ahora ya es tarde, o sea son las 12 y ella salió a esa hora, y era a esa hora, o sea el escenario era con ella porque la habrán seguido", escribió Sabag Montiel en un primer mensaje.
"No, ya se metió adentro y el escenario lo sacaron. Le toqué la espalda a Axel Kicillof (gobernador de la provincia de Buenos Aires) y se metió en un Toyota Etios y se fue, un quilombo. Ella está arriba pero no creo que salga así que ya fue, deja, voy para allá, quédate ahí. No traigas nada", agregó en una segunda comunicación.
Estas revelaciones coinciden con las imágenes difundidas días atrás por medios locales, mostrando un carrito con algodón de azúcar, presuntamente propiedad de Uliarte, en las inmediaciones del domicilio de Cristina Fernández el 23 y el 27 de agosto.
De acuerdo a la información publicada en medios locales, los investigadores hallaron otros mensajes en el teléfono de Uliarte, en los que la sospechosa proponía "generar hechos, no protestas", subrayaba la necesidad de "pasar a la acción" e instaba a poner cócteles molotov en la Casa Rosada, sede del Ejecutivo nacional.
Tras la detección de estos mensajes, la jueza federal María Eugenia Capuchetti, a cargo de la investigación, ha restablecido el secreto de sumario, según señalaron medios locales.