Guinness World Records decidió retirarle a un perro que murió en 2023 en Portugal el título del can más viejo de la historia.
Tras una revisión, GWR señaló este jueves que “no tiene la evidencia que necesita para respaldar la afirmación de Bobi como poseedor del récord”.
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Bobi, un perro guardián de 31 años, vivía en una granja en el pueblo de Conqueiros, en Portugal, con su dueño, Leonel Costa. Fue proclamado como el perro vivo más viejo del mundo y el perro más viejo de todos los tiempos en febrero de 2023. Se dice que nació el 11 de mayo de 1992 y murió en octubre pasado.
GWR informó que abrió una pesquisa tras dudas planteadas por veterinarios y otros expertos, tanto de forma privada como pública, y las investigaciones de los medios.
“Estamos tremendamente orgullosos de garantizar lo mejor que podamos la precisión e integridad de todos nuestros títulos de récords”, dijo en un comunicado Mark McKinley, director de récords de GWR, quien realizó la revisión.
El grupo había suspendido el título a la espera de la revisión anunciada en enero.
“Por supuesto, requerimos evidencia para todos los títulos de Guinness World Records que supervisamos, a menudo un mínimo de dos declaraciones de testigos y expertos en la materia”, dijo McKinley.
Detalló que también consideraron fotografías, videos y, cuando es conveniente, datos proporcionados por la tecnología relevantes para el logro.
GWR indicó que descubrieron que la falta de evidencia de los datos del microchip de Bobi los dejó sin datos concluyentes sobre su fecha de nacimiento.
McKinley dijo que era demasiado pronto para hablar sobre un nuevo poseedor del récord.
“Hará falta mucho tiempo para que la adopción de microchips en todo el mundo alcance el nivel de propiedad de mascotas, especialmente en el caso de las mayores”, afirmó.
“Hasta ese momento, exigiremos pruebas documentales de todos los años de la vida de una mascota”, añadió.
Bobi era un Rafeiro do Alentejo de raza pura, una raza que tiene una esperanza de vida media de entre 10 y 14 años.
En un comunicado enviado por correo electrónico en enero, su dueño defendió el título, argumentando que Guinness World Records pasó un año verificando el reclamo del récord.
Bobi estaba registrado desde 1992 en el servicio veterinario del municipio de Leiria y en el sistema nacional de control portugués SIAC.
Antes que Bobi, el récord del perro más viejo con vida lo tenía Spike, un chihuahua de 23 años, mientras que el récord del más longevo hasta la fecha lo ostentaba Bluey (1910-1939), un pastor australiano que vivió hasta los 29 años y 5 meses.