JAN YOUNIS, Franja de Gaza - Al menos 145 personas murieron este martes por bombardeos de Israel contra el campo de refugiados de Yabalia, en el norte de la Franja de Gaza, controlada por el grupo palestino Hamas, dijeron a EFE fuentes hospitalarias. La cifra no fue confirmada de manera independiente por NBC News.
Al menos 90 fallecidos han sido llevados al Hospital Indonesio de la Franja, mientras que otros 55 han sido transportados al centro Kamal Adwan, ambos en el norte del enclave.
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Alentado por el primer rescate exitoso de un cautivo en manos de Hamas, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, rechazó los pedidos para un alto el fuego y volvió a prometer que aplastará la capacidad del grupo insurgente para gobernar Gaza o amenazar a Israel tras su sangrienta incursión del 7 de octubre, que desencadenó la guerra.
Varios cientos de miles de palestinos permanecen en el norte de Gaza, donde, según trascendidos, tropas y tanques israelíes han avanzado sobre diversos flancos de Ciudad de Gaza, el principal centro urbano.
En el campo de refugiados de Jabaliya, en las afueras de Ciudad de Gaza, al menos seis ataques aéreos destruyeron varios edificios de apartamentos en una zona residencial, informó el Ministerio del Interior, dirigido por Hamás. Dijo que hubo numerosas bajas, pero no entró en detalles.
Filmaciones efectuadas por la televisora Al-Jazeera mostraron al menos cuatro enormes cráteres donde antes se alzaban los edificios en una amplia franja de escombros rodeada de estructuras parcialmente destruidas. Decenas de rescatistas y vecinos removían escombros en busca de sobrevivientes.
Un grupo de jóvenes halló a dos niños en los pisos altos de un edificio dañado y se los llevaron acunados en sus brazos.
Más de la mitad de los 2.3 millones de habitantes de la Franja han huido de sus hogares y cientos de miles se refugian en las atestadas escuelas gestionadas por Naciones Unidas, convertidas ahora en albergues, o en hospitales junto a miles de pacientes heridos.
En los últimos días, los ataques israelíes han alcanzado las inmediaciones de varios centros sanitarios en el norte del enclave, lo que ha alarmado a los doctores.
La ofensiva terrestre israelí está centrada en el norte de la Franja, incluyendo la Ciudad de Gaza, que es el “centro gravitacional de Hamás”, explicó Jonathan Conricus, un vocero del ejército.
La agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA, por sus siglas en inglés), afirma que casi 672,000 palestinos se refugian en sus escuelas y en otras instalaciones, que están al cuádruple de su capacidad. Miles de personas entraron a sus almacenes durante el fin de semana para conseguir comida ante la escasez de suministros derivada del sitio israelí al enclave.
Gaza lleva semanas sin electricidad e Israel ha impedido la entrada del combustible necesario para alimentar los generadores de emergencia en hospitales y hogares.
El director de la UNRWA, Philippe Lazzarini, acusó a Israel de aplicar un “castigo colectivo” a los palestinos y de obligarlos a trasladarse al sur de la Franja, donde tampoco están a salvo.
La agencia, que ofrece servicios básicos a cientos de miles de personas incluso en tiempos normales, dijo que 64 de sus trabajadores han fallecido desde el inicio de la guerra, incluyendo un hombre que murió el lunes en la noche junto a su esposa y sus ocho hijos.
El conflicto amenaza con propagarse a otros frentes. Israel y el grupo insurgente libanés Hezbollah han intercambiado disparos a diario a lo largo de la frontera, e Israel y Estados Unidos atacaron objetivos en Siria ligados a Irán, que respalda a Hamás, a Hezbollah y a otros grupos armados en la región.
El ejército dijo que el martes derribó un dron fuera del espacio aéreo israelí, cerca de la ciudad de Eilat, en el mar Rojo, pero no ofreció más detalles. A principios de mes, un destructor de la Marina estadounidense en el mar Rojo interceptó tres misiles de crucero y varios drones lanzados hacia Israel por rebeldes hutíes de Yemen, que también cuentan con el respaldo de Teherán.
La ofensiva terrestre israelí está centrada en el norte de la Franja, incluyendo la Ciudad de Gaza, que es el “centro gravitacional de Hamás”, explicó Jonathan Conricus, un vocero del ejército.
“Pero también continuaremos atacando otras partes de Gaza. Estamos cazando a sus comandantes, estamos atacando su infraestructura y donde quiera que haya un objetivo importante que esté relacionado con Hamás, atacaremos”, aseguró.
El ejército dijo que alcanzó unos 300 objetivos insurgentes durante el último día y que las tropas había librado varios combates contra insurgentes palestinos armados con misiles antitanque y ametralladoras.
Hamás hizo público un video que mostraba lo que dijo que era un combate en el norte de la Franja el domingo. Un combatiente ataviado con una cámara tipo GoPro salió de un túnel con un lanzagranadas propulsado por cohete y corrió por dunas de arena y arbustos con otros insurgentes bajo el ruido de los disparos.
No fue posible verificar los reportes de forma independiente.
Las fuerzas israelíes han lanzado ofensivas terrestres a gran escala al norte y al este de la Ciudad de Gaza, que antes de la guerra tenía unos 650,000 habitantes, una población comparable a la de Washington, D.C.
Videos difundidos por el ejército mostraban a soldados caminando por una zona abierta, mientras de fondo se escuchan intensos disparos, y estableciendo posiciones en las ruinas de un edificio muy dañado.
Según Conricus, unas 800,000 personas han seguido la orden del ejército de evacuar el norte de la Franja y marcharse al sur. Pero decenas de miles de personas siguen en la Ciudad de Gaza y en sus inmediaciones, se espera que el número de víctimas en ambos bandos aumente a medida que la batalla se traslade a los densos vecindarios residenciales.
El tiempo para irse al sur podría estar agotándose, ya que las fuerzas israelíes llegaron esta semana a la principal carretera que une el norte y el sur del territorio. En un video que circuló el lunes se veía cómo un tanque disparaba contra un auto que se había acercado a un terraplén de arena pero estaba dando la vuelta.
Zaki Abdel-Hay, un palestino que vive a unos minutos a pie de la carretera, al sur de la Ciudad de Gaza, apuntó que la gente tiene miedo de usarla. “La gente está muy asustada. Los tanques israelíes siguen cerca", dijo por teléfono, añadiendo que en la vía podía escucharse “fuego de artillería constante”.
En una conferencia de prensa el lunes en la noche, Netanyahu rechazó las peticiones de alto el fuego para facilitar la liberación de rehenes o el final de la guerra, que dijo que será larga y difícil. “Las exhortaciones para una tregua son exhortaciones para que Israel se rinda ante Hamás”, afirmó añadiendo que “eso no ocurrirá”.
El mandatario, que enfrenta la creciente indignación de los israelíes por no prever el peor ataque sorpresa contra el país en medio siglo, dijo que no piensa renunciar al cargo.
La cifra de fallecidos del lado palestino desde el inicio de la guerra sobrepasó las 8,500 personas, dijo el Ministerio de Salud de Gaza el martes, un dato sin precedentes en las décadas de enfrentamientos entre israelíes y palestinos.
En el lado israelí han muerto más de 1,400 personas, sobre todo civiles que perdieron la vida durante el ataque inicial de Hamás y que también es una cifra sin precedentes. Los insurgentes palestinos han seguido disparando proyectiles contra el territorio israelí.